O cuando gritábamos nombres que el aire recuerda, por calles que abría nuestro corazón a la primavera. Contigo Sevilla era temblor seguro. Me enseñaste a verla como nadie. Sombra apasionada, ella sobre ti, a su amparo creciste. Te diste y se te entregó. Para hartaros ambos. Enamorado anduviste de muchas cosas en este mundo. Como de Sevilla ninguna. Yo te prevenía contra localismos truncadores, te animaba a desprenderte un tanto de ellos. Ancho era el mundo y te esperaba. No te faltaba ni aliento, ni paso para conquistarlo. Preferiste con todo darte a la esquiva, a ese Sevilla que siempre huye a quien la corteja, incitadora a quien la evita.
Autor et alii quaesiverunt et quaerunt et quaerent quid sit in urbis Hispalensis indole quod tantam atractionem producat.Haec fama volat adeo ut Joachim, orbe contempto, hic vixerit, quamvis non semper ei grata Fata fuerint
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