sábado, 15 de abril de 2023

CANIJO, FERNANDO MANSILLA (III)

 Serena abrió un ojo y vio que Pepito, tumbado a su vera, le miraba fijamente mientras se mesaba la barba larga y algo canosa. Debía tener la misma edad de Serena, pero entre la barba y que había perdido casi todos los dientes, parecía un abuelo. Siempre estaba sonriente.

- Me ha fichado el Sevilla- le soltó de buenas a primeras

- ¿Cómo?

- Que me han fichado, niño. Para jugar de diez. Mañana mismo empiezo a entrenar

- Joder, Pepito...¿qué me estás contando?

Pepito el Colgado hablaba completamente en serio

- Me van a dar una porrada de millones, dicen que la ficha será como la de Polster, y que el diez lo llevaré yo a la espalda

- Coño, Pepito, enhorabuena. ¿Y no te han adelantado algo para celebrarlo?

- No, niño, no me han dado ná. Se lo tenía que haber pedío ¿verdad?

- Claro, hombre, Pepe, es que no estás en lo que estás . Ahora nos podríamos fumar una plata los dos tan a gusto.

In ictu oculi vita Serenae et parvi Josephi mutari potuerit si ludica historia perfecerit . Somnus ingentis pecuniae copiam amicalia verba tingit.



Canijo, Fernando Mansilla, pág 284