Aquélla su primera mañana en Sevilla, Lorenzo Quart tardó casi una hora en encontrar la iglesia. Dos veces salió del barrio de Santa Cruz y otras tantas volvió a él, comprobando la inutilidad de su mapa turístico en aquel dédalo de callejuelas silenciosas, estrechas, pintadas de almagre, calamocha y cal, donde muy de vez en cuando el paso de un automóvil lo obligaba a buscar resguardo en portales frescos, oscuros, con cancelas que daban a patios de azulejos, geranios y rosales
Laurentius filo Ariadnae carens, tabula viaria inutili facta,
dificillime invenire potuit illam ecclesiam. Antequam illa ante oculos
esset ,vidit vias mutas cum muris pictis . Pauca vehicula
transibant et cogebant appropinquare ad domuum portas per quas
horti pleni floribus ostenduntur
No hay comentarios:
Publicar un comentario