Además una ciudad como Sevilla donde no se bromea cuando se afirma, con esa grandilocuencia característica de la tierra, que aquí se agradece a Judas que traicionara a Jesucristo porque ello permitió que disfrutáramos de la Semana Santa, se merece de vez en cuando el castigo divino y vetusto de la lluvia que pone melancólicos a sus ridículos y merengados cronistas
Quid boni pro Hispali Romani fecerunt? Viae, lingua, leges ,Italica,
peccata minuta in comparatione cum illo Pilato qui tale facinus
permisit. Fama malevola iocundissime difunditur.