A
Marisa y Pepe Villaescusa
Algo
pule o trina. ¿Un ave?
Un
soplo o menos aún.
Un
no sé qué o no se sabe.
- Acaso
...- Puede ...- Según.
Intermitente,
algo brilla.
Misteriosa,
honda, sencilla.
Un
aquel en su manera.
Cuando
una ciudad quisiera
ser
y no ser lucecilla
en
la humana paramera,
y
una vez, por maravilla,
lo
imposible así se hiciera,
se
pareciera a Sevilla
Patio.
Fuente. Abre una puerta,
y
tras esa puerta abierta ...
De
pronto, todo se entiende.
Luz
que se apaga y que a la par se enciende
Una
nada, un puro aire.
¡Oh
la Sevilla delgada
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