Las
franciscanas han seguido siempre el ejemplo de Sta. Clara. Han sido
pobres, muy pobres, simpáticas, muy simpáticas. En 1687 las de
Sevilla decidieron reformar los estatutos de su convento y
determinaron, ante todo, no faltar a la antigua observancia en lo de
no tener hacienda ni rentas. No las tienen, ‘ni las quieren tener
en adelante’, añaden, ‘porque gustosamente quieren vivir de la
divina Providencia, como las avecillas del cielo'
La voluntad, Azorín, pág 159
La voluntad, Azorín, pág 159
Sorores
franciscales, ut pius et orientalis Azorin nobis dicit, vitam
modestisimam optaverunt nolentes praeterea
vinculum cum cuiuscumque Montori rebus nec alia negotia sed voluerunt et volunt vivere
pauperrimae.
Ipsae coeli aves sui iuris ese cogitant ,ergo haec cogitatio
franciscalis societatem nimiam pecuniosam vincere potest
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