El Benito Villamarín, por fuera, es un estadio más, bastante feo, con ese aspecto granítico, tradicional hasta hace unos años, de casi todso los campos de fútbol españoles: un bloque de hormigón de mayor o menor altura, entre los edificios del barrio
Stadia secundum oculos ardentes sectatorum iudicata sunt. Hic scriptor loquitur sine amore et odio cum describet id hippopotami instar,ut alia, sed Baetici, sive victi sive victores , suum stadium esse monumentum aere perennius putant.
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