Los edificios de la Alfalfa carecen de belleza arquitectónica. Los árboles cumplen en ella una inapreciable función estética tapando, por desgracia no del todo, los bodrios arquitectónicos de los sesenta. Por si fuera poco, el espacio resulta ruidoso y molesto a todas horas. De día por el ir y venir de coches y transeúntes, por la carga y descarga, por el sonido de motoristas, ambulancias y coches de bomberos. De noche por la impresentable forma de ‘pasarlo bien’ aquellos que, otrora, se pensaba que deberían estar intentando cambiar el mundo y lo único que cambian es de sitio para dejar allí sus excrementos
Ille medicus qui Hispalim laudavit et ab ea laudatus est, putat autem aedificia huius partis, Medicae appellatae ,carere gratia et pulchritudine ita ut ne arbores quidam possint velare foeditatem. De his viatoribus qui quamquam loquntur de melioranda re , otia inutilia porca et strudula consumunt , queritur
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