En aquellos días, antes de que creciera demasiado y se llenara de turistas, Sevilla era un paraíso terrenal donde el aire que uno respiraba parecía estar hecho de alegría y felicidad. La primera semana me produjo una explosión de euforia que sólo conseguí calmar componiendo cierto número de poemas
In
illo tempore ab Gerardo memorato, barbari peregrini non
adhuc vincebant incolas Hispalenses. Hispalis beata vita
tantam jucunditatem ei produxit ut quaedam carmina scripturus
fuerit. Artis vis esse dicitur, ita ut cantus aut saltatio
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