Cuando el azar me condujo de nuevo a la gran ciudad que con tanta razón es llamada ‘reina de Andalucía’, una de las cosas que más llamaron mi atención fue el notable cambio verificado durante mi ausencia. Edificios, manzanas de casas y barrios enteros habían surgido al contacto mágico de la industria y el capital: por todas partes fábricas, jardines, posesiones de recreo, frondosas alamedas, pero, por desgracia, muchas venerables antiguallas habían desaparecido
Cum poeta Becquer Hispalim quam Reginam Baeticae fama vocat, redivisset ,miratus est quantum illa civitas mutavisset in hoc tempore, quomodo magnae divitiae crescere domos et ínsulas viciniasque fecissent. Tanta vis inest in pecunia ut possit mutare facem civitatis quamquam talis vis perveniat nefasta ad antiquos tesauros et magna opera conservandum. Ars,cave pecuniam!
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