Porque Sevilla, a pesar de todos los tópicos de la alegría y la comunicabilidad, es una ciudad esquinada y difícil, que todo lo recuerda o que todo lo olvida, que todo lo perdona o que todo lo acusa, según le convenga. Una ciudad sin voluntad, que lo mismo se entrega como una buscona al primero que llega, que saca a relucir su honra y su nombradía, con malas ideas llegado el caso. Los sevillanos tienen muchos conocimientos, pero muy pocos amigos; saludan a mucha gente por la calle, pero a pocos reciben en sus casas; hablan con todo el mundo, con pocos conversan. Unamuno captó los secretos de sevilla. Un día dijo a alguien nacido aquí:
- ¡Ah, sevillanos..! Finos y fríos...
Fama , qua velocior et mendacior et verior nihil est, volat et volat inter ipsos incolas referens naturam inconstantem Hispalis quae similia et dissimilia eodem tempore et sine pudore gerere potest. Magister Burgus litterarum et morum Hispalensium studiosus, hic natus et noscens bene in suis carnibus quod relatum est,haec nota verba nobis memorat "Hispalenses, subtiles et aridi
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