Los Remedios es un barrio relativamente joven y, según los cánones estéticos de cualquier cultura, feo con avaricia. Trazado con escuadra y cartabón, casi toda su antigüedad y solera se remonta a los años cincuenta. Al estar pegado al río, era malo para el reúma, para todo lo relativo al bienestar e insoportable en cuanto a la querencia que los mosquitos le tenían y, supongo, le seguirán teniendo. Pero es un barrio amable donde yo he vivido y trabajado muy bien y hasta he sido feliz. Primero llegaron los bloques bajos de quienes tuvieron que apechugar con su humildad en los pisos pequeños y subvencionados de la calle Niebla y adyacentes. Más tarde, aunque enseguida y por esos arabescos que parecen gustar tanto al destino, el barrio fue tomado por los apellidos con pedigrí de Sevilla, ya que muchos aristócratas, amparados por unas leyes urbanísticas que dejaron desamparado el centro histórico, vendieron sus palacetes a sabiendas de que iban a ser carne de piqueta para hacer ensanches y se mudaron a vivir a pisos enormes y modernos en calles sin historia
Si
quis incolit locum appellatum Remedia peccatorum aut
Auxilia afflictorum ut letania canit (nescio quare tale nomen
habeat), et legere et frequentare libraria amat, huic librum
commendo quia magna gesta mulieris quae multum pugnavit
et deinde victa fuit ,narrat. Siste, viator,et tolle petasum ante
viam Rialtum undecim
Rialto 11, Libros del Asteroide, pág 51
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