Ahora, desde el andamio, mira la misma ciudad por la ventana y le parece estar hablando con Rodrigo sobre la dificultad que entrañaba pintar en Sevilla por el exceso de luz, que provocaba sombras profundas en el suelo, penumbras ficticias, lumbres falsas, claridades huidizas y tinieblas engañosas
Ex alto tecto Murillus oculis poscit lumina quae luces et umbras discernere possent ita ut angelicae alae colorem pristinum attingant