"Va
un hombre por una calle de Sevilla pisando fuerte para que llegue
hasta el fondo de los patios el eco de sus pasos sonoros, mirando sin
tener que levantar la cabeza a los balcones, desde donde sabe que le
miran a él, llenando la calle toda con su voz grave y bien entonada
cuando saluda a un amigo con quien se cruza:”¿Adiós, Rafaé
...!”, y da gloria verlo yes un orgullo ser hombre y pasar por una
calle como aquella y vivir en una ciudad así.
Pero
aquí en Nueva York, donde un hombre no es nadie y una calle es un
número, ¿cómo se puede vivir?"
Juan Belmonte, matador de toros, Editorial Alianza, pág 201
Juan Belmonte, matador de toros, Editorial Alianza, pág 201
Quamquam
omnes homines Dei filii et generis humani pars necessaria habentur,
tamen nihil ese cogitamus si nostrum nomen ab altero non dicitur
-
Salve, Antoni, quando redivisti ? Ubi eris nam non te vidimus hos
dies ?
-Salve,
Raphäel, Gades me tenuit, Ventus suus me expulit
His
verbis dictis et auditis, pax et securitas nobiscum manet